TOMO I & TOMO II
«A nadie debe confiársele el poder, pues cualquier individuo investido de autoridad debe, por la fuerza de una ley social inmutable convertirse en un opresor y explotador de la sociedad. Somos de hecho, enemigos de toda autoridad, pues comprendemos que el poder y la autoridad corrompen a quienes los ejercen tanto como a quienes se ven forzados a someterse a ellos. Bajo su dañina influencia algunos pasan a ser déspotas ambiciosos, ávidos de poder y codiciosos de ganancia, explotadores de la sociedad en su propio beneficio o en el de su clase, mientras otros se convierten en esclavos».
Un día como hoy, el 30 de mayo de 1814, nació Mikhail Bakunin, revolucionario ruso y fundador del anarquismo colectivista. Nacido en la Rusia zarista, Bakunin desarrolló un ferviente odio contra la injusticia. Dejó el ejército y se incorporó al movimiento radical, desempeñando un papel destacado en la insurrección de 1848 en Dresde, Alemania. Fue deportado de Francia, arrestado y sentenciado a muerte en Alemania, extraditado y sentenciado a muerte en Austria, extraditado y encarcelado en Rusia, y luego exiliado a Siberia, de donde escapó.
Aunque a veces defectuosas, sus experiencias le llevaron a desarrollar las ideas que constituyeron la base del movimiento anarquista moderno en la última década de su vida. Él y Karl Marx se convirtieron entonces en eficaces líderes ideológicos de dos facciones de la Asociación Internacional de Trabajadores.
