La insurrección —el levantamiento armado del pueblo— ha estado siempre rondando al corazón del anarquismo. Los primeros documentos programáticos del movimiento anarquista, fueron redactados por Bakunin y por un grupo de republicanos europeos de izquierda insurgente en transición al anarquismo en la Italia del 1860. En ellos, no rompían con el insurreccionalismo, sino que con el republicanismo de izquierda; poco después, Bakunin tomaría parte en una insurrección en Lyon, en 1870.
La política radical europea de los cien años previos, había estado dominada por insurrecciones diversas, desde que la exitosa insurrección de 1789, en Francia, desencadenó el proceso que llevó al derrocamiento global del orden feudal. El asalto a la Bastilla del 14 de Julio de 1789 demostró el poder del pueblo en armas; este movimiento insurreccional que cambiaría la historia de Europa, probablemente fue llevado a cabo por tan sólo mil personas.
